Hay dos tipos de fibras de pulpa de las que normalmente está hecho el papel: de madera y de algodón.
Las fibras del algodón se extraen del pelo de la semilla y se denominan línteres, son muy puras en celulosa y se caracterizan por contar con fibras muy largas, esto hace que sean papeles más duraderos, resistentes y opacos, además de conseguir un tacto muy suave y agradable.
Estos papeles obtienen grandes resultados en las técnicas de Letterpress, grabados y acabados con relieve como el golpe seco.
En cuanto a las fibras de madera, se obtienen a partir de la madera de los árboles, de los que se extrae la pulpa de celulosa y se fabrica el papel tradicional.
El papel de piedra tiene origen mineral sin celulosa, y se fabrica a base de carbonato cálcico.
Se trata de un material 100% impermeable y resistente, que se caracteriza por tener un tacto suave y por respetar el medioambiente.
En cuanto a su composición, está constituido por un 80% de Carbonato Cálcico y 20% de polietileno (una resina no tóxica). En lo relativo a su proceso de fabricación, no emplea PVC, ni celulosa, ni agua, ni cloro ni ácidos, por lo que es un material ecológico del que destaca su color blanco natural.
Es biodegradable, lo que significa que se descompone en polvo de piedra con la humedad y el sol en un periodo de tiempo que comprende entre 14 y 18 meses. En la fabricación del papel de piedra se emite un 50% menos de CO2 que en la producción habitual del papel tradicional.
Además, está homologado por la prestigiosa certificación Silver Cradle to Cradle.
Este papel está hecho artesanalmente y fabricado con residuos de algodón de la industria textil, con textura porosa y de un tono blanco natural. No se utiliza ningún tipo de químicos en su proceso de fabricación. Al ser de fabricación artesanal, puede variar ligeramente el gramaje y el tono de impresión entre copias.
Existen varios tipos de semillas y cada una de ellas presenta un tamaño diferente, las más grandes pueden llegar a ser de hasta 3 mm y pueden llegar a inferir en la impresión.
Es un papel que no dejará indiferente a nadie, original y sostenible.
Es un papel ecológico ideal para todas las personas sensibilizadas con la protección del medioambiente.
Procede de las algas de la laguna de Venecia, ideado por la proliferación de las algas que ponían en peligro el equilibrio del ecosistema por la falta de oxígeno en el agua.
Este papel está fabricado a base de la combinación de las algas y la pulpa FSC.
El papel de algas es un papel biodegradable, con certificado FSC, ECF (libre de cloro), PH neutral y Long life.
La gama de papeles ecológicos está elaborada con un 15% de residuos de productos orgánicos, por lo que la sostenibilidad se encuentra intrínsecamente ligada con la producción y fabricación de estos papeles.
Estos papeles incluyen subproductos procedentes de cítricos, uvas, cerezas, lavanda, maíz, olivas, café, kiwis, avellanas y almendras.
Requieren un proceso de fabricación ecológico mucho más avanzado que el proceso de reciclaje habitual.
Además, están certificados FSC y ECO energy, contienen 30% de residuos reciclados post-consumo y se produce con 100% de energía verde, lo que reduce en un 20% la huella de carbono.
Papel elaborado con los residuos desechados del proceso de fabricación del cuero, contiene 25% de cuero y 30% de fibras recicladas.
Los residuos de cuero son visibles en la superficie del papel, lo que le aporta un aspecto muy reciclado.
Es 100% reciclable y compostable, lo avalan el certificado FSC y ECO energy y se produce 100% con energía renovable.
El papel kraft se obtiene a partir de fibra de pulpa de madera, es muy resistente debido a su baja cantidad de lignina y no se usan blanqueantes en su fabricación, por lo que destaca su color marrón.
Su proceso de fabricación hace que sea un papel 100% natural, renovable, reciclable y biodegradable. Por todo ello, es un material muy utilizado y popular en los últimos años.